CIRUGÍA UROLÓGICA PEDIATRA

CIRUGÍA PEDIÁTRICA PEDIATRA
Reimplantes
La reimplantación ureteral LAPAROSCÓPICA constituye una opción mínimamente invasiva para aquellos pacientes que por lesiones del uréter distal necesitan que sean reimplantados en la vejiga o que sufren de reflujo vesicouretral. Este último padecimiento se diagnostica por medio de un estudio llamado cistograma miccional. La reimplantación ureteral es una cirugía para corregir el daño renal irreversible que provoca el reflujo vesicoureteral y para evitar que el paciente llegue a insuficiencia renal en etapas tardías.
¿En qué consiste?
Se separa el uréter de la vejiga y se crea un nuevo túnel entre la pared de la vejiga y el músculo, para que se encuentre en una mejor posición. Después se coloca el uréter en el nuevo túnel sujetando el uréter en su lugar y se cierra la vejiga con puntos de sutura. Si es necesario, esto se realizará con el otro uréter.
¿Por qué se realiza?
Un niño puede necesitar un reimplante ureteral si:
- Su sistema urinario no se desarrolla correctamente.
- Se lesionó el riñón o la vejiga.
- La orina no fluye desde los riñones hacia la vejiga, y retrocede.
Beneficios
Después de la cirugía, es posible que el niño tenga menos infecciones del tracto urinario. Esta cirugía también puede ayudar a prevenir el daño renal (de los riñones) que puede provocar el reflujo vesicoureteral. La mayoría de los niños pueden volver a la escuela o sus actividades cotidianas en 1 a 2 semanas.


